Cuando caminaba hoy por la acera del Parque Central, algo que nunca me había pasado en pleno centro capitalino ocurrió, un muchacho e no muy buen ver se interpuso en mi camino me miro de pies a cabeza y viéndome a los ojos me dijo Fea… mi primera reacción fue reírme porque este muchacho no descubrió algo nuevo para mí.
Cuando seguí caminando y empecé a pensar en todo lo que le pude haber respondido desde un silencioso pero hiriente gesto con mi mano seguido de un "venime Brad Pitt" o mejor aun le puede haber contestado "cómprate un chanchito y ahórrate tus comentarios"
Pero ahora que lo pienso (y después de aguantarme la risa por todo San José) me pregunto ¿en que basó ese muchacho semejante afirmación?, ¿que es feo y que es bonito?, ¿Quién decide si algo es feo o no?, ¿Por qué somos tan superficiales?
Se dice que lo que sale de nuestras bocas es lo que abunda en nuestro corazón, así que pobre ese muchacho debe ser una persona muy vacía y medio falto de masa gris. Gracias a Dios no me sentí ofendida ni mucho menos porque al final los comentarios se toman de quien vienen y para gustos colores y ahora el morado esta de moda y el Violeta no es la excepción.